Enfermedad sin rival: Aumentan casos de VIH en Costa Rica

Por Esteban Mora

El presupuesto que actualmente se dispone para tratar estos casos es poco, debido al alto costo de los medicamentos que se utilizan para el control y prevención de este virus.

ENFERMEDAD SIN RIVAL

«Hoy día no he solo enfrentado el rechazo familiar, también que ha sido bastante fuerte ese tema, donde perdí, prácticamente, la confianza de mis hermanos y hermanas, sobrinos, tíos. Sufría… sufro de un aislamiento y de un silencio. Los sueños nunca volvieron».

Leo es un hombre que a simple vista está lleno de vida. No mide más de 1.73cm; tiene ojos claros que parecen brillar de esperanza, cabello tupido y voz quebrada.

Se le escaparon sus sueños, se difuminaron, se disiparon: ¡desaparecieron!

Divaga en la memoria, mientras sus ojos se clavan en la nada. Describe cómo es recibir esa noticia, mientras traga grueso y revive una catástrofe en su interior.

Aunque parezca lleno de vida, admite estar destrozado. A pesar que los segundos avanzan, revela que jamás volverá a ser el mismo.

Nueve años pasan desde que ese día, su mundo cargado de sueños se desmorona mañana a mañana.

Leo: es VIH positivo.

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) crece en Costa Rica tan rápido como las oscuras y desgarradoras historias de quienes lo poseen. En 13 años (Del 2002 al 2015) los casos saltaron de 351 a 8219.

VIH es la etapa anterior de una enfermedad que de evolucionar llegaría a convertirse en el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Es decir, cada vez hay más personas con altas probabilidades de tener SIDA.

Para los expertos en la materia hay cuestiones básicas sobre la transmisión del virus. Por ejemplo: el contagio solo se da cuando hay un canal sangre de una persona, obviamente, no infectada.

Eso significa que las vías de contaminación son mediante el sexo, jeringas contaminadas o nacimiento natural, explica la doctora especialista Gloria Terwes.

Pablo, un espigado cartaginés que solicita hablar fuera de cámara y que se le cambie el nombre, decide romper el silencio.

«Recibí la noticia de que era positivo un día después de un partido de Heredia contra Cartaginés. Nunca me daba por meterme en esos zafarranchos, pero ese día algo me dio espina y me tiré”.

En el pleito le quebraron la nariz y fue en el traslado al Hospital Max Peralta cuando después de exámenes correspondientes, el resultado de la prueba dio positivo.

Pablo denuncia que desde el día que le contó a otra persona sobre su condición, la discriminación es constante.

Su nariz, con una curva hacia la derecha, se mueve al son de la boca. Sus ojos negros se ponen vidriosos, aprieta los labios y su mano izquierda callosa pasa suavemente desde la frente hasta la nuca.

La consultora de ONUSIDA, Ivonne Zelaya, dice que “parte de esa discriminación se debe a una ignorancia sobre el tema”.

Cuando se habla sobre VIH y su prevención se hace referencia a cuatro rubros: educación, campañas de información, concientización y entrega de métodos preventivos como condones.

Desgranando rubro por rubro hay descubrimientos muy alarmantes.

En el Ministerio de Educación Pública (MEP) reconocen que no hacen campañas de prevención con respecto al VIH.

“No, nosotros no hacemos exactamente… sí nos sumamos a las campañas que se realizan a nivel gubernamental, porque somos parte de las diferentes instituciones que realizan esas campañas. Pero nosotros específicamente no tenemos una campaña», explicó la directora del departamento de vida estudiantil del MEP, Kattia Grosser.

Lo único que el sistema educativo posee para concientizar, educar e informar al estudiantado son los planes de educación sexual y de afectividad. Mismos que son fuertemente criticados, por su superficial y poca efectividad.

Alejandra Acuña (Experta en VIH del Ministerio de Salud), Ivonne Zelaya (ONUSIDA) y Gloria Terwes (Caja Costarricense del Seguro Social) coinciden en que los planes implementados desde 2012 necesitan un cambio.

En el tema de campañas de información, la doctora Acuña admite que en el país no hay ninguna en función “o que se dejaron de hacer”, por dos motivos: necesitan focalizarlas y porque no hay dinero presupuestado.

La ausencia de este tipo de trabajos ocasiona la poca concientización de las personas al respecto.

En la entrega de los resultados de la Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva se demostró que de cada diez mujeres solo una utiliza el condón. Mientras que en los hombres fue de dos por cada diez.

Otro dato de la encuesta es que las personas dejan en el tercer lugar al condón, dando prioridad a los métodos anticonceptivos como esterilización femenina y pastillas anticonceptivas.

Además, según las fuentes oficiales consultadas; esos datos revelan que las personas utilizan el preservativo como anticonceptivo y no como método preventivo de infecciones de transmisión sexual (ITS) lo cual ocasiona una gran cantidad de nuevos casos de VIH.

Para el Ministerio de Salud como para la Caja Costarricenses del Seguro Social (CCSS), la epidemia de VIH está concentrada en dos poblaciones: mujeres trans y hombres que tienen sexo con hombres (HSH).

Importante aclarar que los HSH no son considerados homosexuales, puesto que llevan una vida “normal”. En su gran mayoría son hombres con pareja femenina.

A partir de ese conocimiento desde Salud, ONUSIDA y la CCSS expresan que se deben realizar campañas focalizadas en estas dos poblaciones.

Paradójicamente los Planes Estratégicos Nacionales realizados por el Ministerio de Salud mencionan que en Costa Rica existen 14 poblaciones vulnerables de contraer el virus. Dentro de ellas los jóvenes.

La única experta que posee Salud es Alejandra Acuña, según la oficina de prensa de esa cartera.

Acuña explicó que son conscientes que hay una carencia en la respuesta al VIH, pero que están de manos atadas: pues «el CONASIDA no posee un presupuesto para responder a las alertas».

La Comisión Nacional de la Atención del VIH-SIDA (CONASIDA) se creó a inicios de siglo como máxima entidad interinstitucional para abordar la epidemia. Aunque se olvidaron de la habilitación para asignarle un presupuesto.

Constantemente desde el 2006 la Medición del Gasto en Salud (MEGAS) advierte que se debe invertir en prevención y que no se ha hecho como se debería.

En un ejercicio de revisión de los presupuestos nacionales aprobados de los últimos tres años se puede verificar que el CONASIDA no tiene designación económica.

Incluso no está habilitada para recibir dinero de las arcas del Estado. Lo utilizado por parte del Estado está designado a la CCSS o, según dice Alejandra Acuña, es «lo que podamos pellizcarle a otros programas» de ITS.

El problema de los recursos se podría resolver con la aprobación del proyecto de ley que pide reformar la ley general del VIH-SIDA.

El nuevo texto, en el artículo siete, permite dotación de recursos a la comisión.

Actualmente el único presupuesto destinado para la prevención proviene del Fondo Mundial y solo puede ser dirigido a HSH y mujeres tráns. El monto asciende a los $4.8 millones y la ejecución de los fondos comenzó en 2015 y debe estar completa en el 2018.

De las cuatro medidas de prevención para detener el VIH, la única con la que cumple el país es con la de entregar preservativos. Eso sí, no se hace por el tema del VIH, sino por las ITS en general.

Gloria Terwes, especialista en VIH de la CCSS, contó que la mayor cantidad de infecciones se da entre los 15 y 19 años de edad.

Alejandra Acuña, del Ministerio de Salud, advierte que los casos seguirán en aumento porque hay mayor detección y porque no se trabaja de manera idónea en prevención.

Ivonne Zelaya, de ONUSIDA, confesó que Naciones Unidas ya advirtió a Costa Rica con respecto al tema y no pudo explicar a ciencia cierta el porqué no se trabaja como se debe en prevención.

Hasta el día de hoy el VIH es una enfermedad sin rival. Pues el único método para darle guerra es la prevención. Misma que brilla por su ausencia, advierten las fuentes consultadas.

(Cuánto sabe sobre el VIH: averígüelo dando click aquí)

Proyecto publicado en Repretel

Especial: https://spark.adobe.com/page/Ys0AAdkYgzs3w/

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