Problemas administrativos en federaciones generan sequía de éxitos en deporte de Costa Rica

Claudia Poll ha sido la única atleta costarricense que ha ganado una medalla de oro en juegos olímpicos. Lo logró en Atlanta 1996. (Archivo)

 

La carencia de grandes logros en los últimos 16 años refleja el estancamiento del deporte de alto rendimiento en Costa Rica.

El análisis de resultados internacionales arroja apenas un «regular» para la mayoría de las disciplinas, según el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder), en notas otorgadas a partir de las liquidaciones del 2015 (incluyendo lo económico y lo deportivo).

De 16 disciplinas analizadas, tres obtuvieron un desempeño «bajo», nueve una calificación de «regular» y solamente cuatro entraron en la categoría de «alto».

Para este análisis no se incluyó a las federaciones de atletismo, gimnasia, remo y natación pues no recibieron aporte del Estado en el 2015. Tampoco figuran las de triatlón, tiro y tiro con arco pues los documentos no estuvieron disponibles. Entre tanto, canotaje y vela no se practican en el país.

El deporte competitivo es organizado por las federaciones deportivas de representación nacional en conjunto con el Comité Olímpico Nacional (CON) y el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder).

No obstante, el trabajo actual de las federaciones y asociaciones deportivas se diluye entre problemas administrativos, dificultades en la ejecución de los presupuestos y, en muchos casos, en el bajo cumplimiento de objetivos a nivel de productividad deportiva.

Aunque, al final, a quienes más afectan estos problemas son a los atletas, las dirigencias son un punto clave para el incumplimiento, pues estas definen el rumbo que tomará un deporte a nivel nacional, pero, en muchas ocasiones, no están capacitadas para asumir esta responsabilidad.

La Nación tuvo acceso a las liquidaciones presupuestarias del año 2015, para saber cómo se gastó el dinero y observar el rendimiento deportivo de cada ente federativo.

El análisis de dichos documentos arroja que el desempeño no tiene relación con las sumas económicas asignadas.

Por ejemplo, la Federación Costarricense de Baloncesto (Fecoba) fue la que más fondos recibió, con un total de ₡104 millones; sin embargo, su participación en competencias internacionales fue calificada como «baja».

Un aporte extraordinario de ₡50 millones se utilizó para la organización del Torneo Centroamericano (Cocaba) 2015 en Costa Rica, al que asistieron siete países. Los nacionales alcanzaron el segundo lugar en masculino y el cuarto en femenino.

Para este último resultado, la Federación consigna en el informe: «En los objetivos competitivos fallamos. Queríamos el primer lugar, obtuvimos el cuarto. Fue difícil reponernos del mal partido contra Honduras. Queríamos clasificar, no lo logramos tampoco. Queríamos mucho más».

Al respecto, Luis Blanco, presidente de Fecoba, menciona que muchas de las atletas experimentadas quedaron fuera de esta selección debido a que sus obligaciones personales no les permitían cumplir con la asistencia a todos los entrenamientos, requisito indispensable para ser tomadas en cuenta.

Este cuarto lugar hizo que Costa Rica no pudiera participar en el Centroamericano de baloncesto de este año, pues quedo fuera al no puntuar.

«El baloncesto femenino no ha puntuado, mientras que el masculino pasó de un segundo a un cuarto lugar por lo que no esperamos buenas calificaciones para este año tampoco», dijo Blanco.

La misma calificación de «baja» es dada a balonmano, segunda federación con mayor presupuesto, tras recibir un total de ₡82,2 millones. Ciclismo, la tercera que recibió más aporte (₡80 millones), voleibol (₡67 millones) y judo (₡65 millones), ubicadas en el cuarto y quinto lugar en la obtención de recursos, respectivamente, tuvieron calificación de «regular».

Errores en liquidación de presupuestos son comunes

Parte de los líos se evidencia en que la mayoría de federaciones debe liquidar dos veces, ya sea por algún error en la justificación de los gastos o porque tuvieron un superávit.

De las 16 liquidaciones a las que tuvo acceso La Nación, en todos los casos las federaciones tuvieron que reintegrar dineros no ejecutados al Icoder y cinco entes solicitaron un plan de inversión de los fondos no utilizados para destinarlos a actividades posteriores.

A pesar de que el Icoder invierte en capacitaciones para que hagan este proceso de forma correcta, se siguen presentando gastos no justificados, dineros utilizados en rubros para los que no fueron autorizados y errores en las facturas, entre otros.

Los presupuestos de las federaciones son aprobados por el Consejo Nacional del Deporte y la Recreación.

Por ser recursos del Estado, cuando una federación recibe el aporte debe cumplir con los principios de contratación administrativa para el uso de fondos públicos.

Además, tiene que liquidarlos ante el Icoder cada año. El departamento financiero de dicho ente revisa que los dineros se hayan gastado según el plan presentado por la federación cuando solicitó el aporte.

Sin embargo, la asignación de recursos también muestra problemas. En el año 2014, la Contraloría General de la República emitió un informe (DFOE-PG-IF-01-2014) en el cual se exigía al Icoder definir criterios formales para evaluar los proyectos presentados por las entidades deportivas y lineamientos para calificarlos, para que sirvan como base para el cálculo de la cantidad de recursos que se podrían asignar a cada entidad solicitante.

Alba Quesada, directora del Icoder, afirma que los criterios de asignación de recursos están claramente definidos. Sin embargo, Henry Núñez, presidente del Comité Olímpico Nacional y miembro del Consejo Nacional del Deporte y la Recreación, menciona que estos criterios están «escritos en papel» y que el Icoder no los aplica porque no le da.

Dirigencias están tomadas por aficionados

Adrián Echeverría, asesor legal del Icoder, aseguró que es común que la persona que forma parte de la Junta Directiva de una federación sea, en muchos casos, «un entusiasta», es decir, alguien que ha estado involucrado en el deporte por mucho tiempo (algunas veces porque su hijo o hija lo practica), pero que desconoce la forma en la que trabaja una federación.

«No saben que hay unos estatutos, obligaciones del cargo, cierto funcionamiento… Se hacen asambleas sin libros de actas, los registros de asociados no se encuentran actualizados…», narra Echeverría.

Como consecuencia, se pierde la formalidad de los procesos administrativos, lo que puede desencadenar inconvenientes a futuro para la federación.

Por ejemplo, la Federación Costarricense de Natación (Fecona) hizo una asamblea para la cual no convocó a ningún asociado. Al ser sometida a fiscalización por parte del Registro Nacional (entidad encargada de dar legalidad a las asociaciones y federaciones), la Fecona quedó sin Junta Directiva inscrita por dos años.

Caso similar sucedió con la Federación Costarricense de Atletismo (Fecoa), que por no tener Junta Directiva no recibió recursos del Estado en el año 2015.

Juan Manuel González conoce bien estas situaciones. Él fue parte de la Asociación Belemita de Natación y miembro de la Junta Directiva de la Fecona. Desde su punto de vista, la falta de capacitación de los dirigentes es uno de los problemas más graves que enfrentan las federaciones.

Como respuesta a estos vacíos, para el año 2016, el Consejo Nacional del Deporte y la Recreación decidió entregar ₡10 millones a cada federación y asociación para que contraten un gestor deportivo que les ayude en estas tareas.

Según Alba Quesada, directora del Icoder, no definieron el perfil del gestor, ya que cada federación tiene necesidades distintas, pero sí reconoce que tiene que existir una estructura administrativa mínima para que los entes deportivos avancen.

«Antes de 2016, eran pocas las federaciones que contaban con una oficina de atención al público. Esto no puede ser si usted está promocionando o masificando una disciplina deportiva», dice Quesada, quien espera que la contratación del gestor puede ser un primer paso para consolidar la estructura del deporte en Costa Rica.

Caos federativo frena desarrollo de la natación

La Federación Costarricense de Natación y Afines (Fecona) es la representante del único deporte que le ha dado medallas olímpicas a Costa Rica. Sin embargo, ha estado envuelta en serios problemas administrativos en distintas ocasiones.

Esta entidad estuvo dos años sin poder inscribir su Junta Directiva ante el Registro Nacional, requisito indispensable para que las federaciones estén legalmente constituidas y así puedan optar por recursos del Estado.

En diciembre de 2014, la Fecona eligió a su actual Junta Directiva en una asamblea general. No obstante, un asociado alegó que la convocatoria no se anotó correctamente en el libro de actas de la Federación, por lo que debía ser invalidada.

Según Ángel Herrera, actual presidente de la Fecona, el asociado elevó el caso al Registro Nacional para que la Junta Directiva no pudiera ser inscrita. Aunque tenía razón con el error que señaló, no podía estar presente en la asamblea porque la asociación a la que representaba tenía la personería jurídica vencida.

Como consecuencia, la Federación de Natación estuvo dos años sin representación legal por la acción de un asociado que ni siquiera debió estar en la asamblea. Según Herrera, el error se dio por un desliz de la Junta Directiva anterior, de no revisar la personería jurídica de sus asociados antes de realizar la reunión.

Este tipo de situaciones se dan por la falta de claridad sobre los requisitos establecidos en la ley que regula a las federaciones.

Adrián Echeverría, asesor legal del Icoder, explicó que en muchas ocasiones los federativos no tienen certeza sobre qué hacer o qué no hacer administrativamente.

«¿Quién te dice cómo hacer una convocatoria de asamblea, a quién tengo que convocar, cuándo? ¿Qué pasa si convoco a asamblea y convoqué a quien no era? El registro de asociados es como un padrón electoral, pero ¿quiénes participan, cómo se vota, qué se decide por mayoría simple o calificada? Son pautas que nadie te las dice, que en la ley no están y deberían estar reguladas», asegura Echeverría.

Como respuesta al «limbo», en palabras del presidente de la Fecona, la actual Junta Directiva tomó la decisión de crear un ente paralelo: la Federación de Deportes Acuáticos (Fedea), con el fin de poder recibir recursos del Estado y no afectar a los atletas para que pudieran ir al Campeonato Centroamericano y México de Natación (CAMEX) en Panamá, en junio de este año.

Sin embargo, una serie de errores en la presentación de los documentos de la nueva Federación impidieron que el Icoder pudiera darle el dinero.

Los errores incluían la entrega de libros legalizados sin firmas ni sellos. Además, el plan de inversión estaba a nombre de la Fecona y no de Fedea.

Los problemas de Fecona no terminan ahí. A esta situación se suma el lío que enfrenta la Fecona con la liquidación presupuestaria del 2013, pues no pudo justificar el uso de ₡15 millones. Este caso terminó en una denuncia interpuesta por el Icoder ante el Ministerio Público en 2014.

Como consecuencia de los desórdenes, desde hace tres años no recibe directamente aportes del Estado y no está legitimada ante el Registro Nacional. Según Herrera, la Federación cuenta con el dinero para saldar sus deudas, pero no pueden cancelar hasta que esté inscrita.

Dirley Yepes sobre conflicto con Federación de Esgrima: ‘A nivel deportivo mi carrera se vino al piso’

Dirley Yepes es la primera esgrimista costarricense en clasificarse a unos Juegos Panamericanos. Ganó dos de las tres medallas de oro que obtuvo Costa Rica en los Juegos Centroamericanos de 2013 y estuvo a un combate de obtener el boleto a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

A pesar de sus resultados deportivos, actualmente está fuera de la Selección mayor de esgrima y no está entrenando debido a problemas con su Federación.

Según Yepes, para inicios de la temporada 2016-2017 la Federación Costarricense de Esgrima (Fecoes) incumplió su propio reglamento interno al no convocar a la preselección que luego conformaría la Selección Nacional.

Alega que se le niega la oportunidad de representar al país, pues no le permiten participar en un nuevo ciclo olímpico.

Además, la afecta que el reglamento de selecciones no obliga a tomar en cuenta el desempeño en el exterior de un atleta para ser convocado, por lo que queda a discreción del entrenador su llamado.

Para el momento en que debía hacerse la convocatoria, Yepes era campeona centroamericana, monarca centroamericana y del Caribe y tercer lugar en el preolímpico a Río 2016.

Las diferencias con la Federación la apartaron de toda actividad oficial de la esgrima.

«A nivel deportivo mi carrera se vino al piso. Yo quedé sin nada porque de repente yo era la primera en esgrima y me quedé sin resultados, sin entrenamientos, sin competencias, sin nada, con las manos vacías. No es justo cuando una le ha dedicado tanto al deporte», contó a La Nación.

El presidente de la Federación, Luis Cruz, afirma que no convocaron a Yepes cuando correspondía por una situación especial en el calendario internacional de la esgrima, pero que este mes de enero será llamada a la preselección.

Además, el dirigente mencionó que para la preselección de esgrima sí se contemplan los resultados internacionales, pues sustituyen las competencias nacionales en las que el atleta no estuvo por un promedio de su participación internacional.

Sin embargo, ya en la Selección Nacional los resultados en competencias internacionales no están explícitamente contemplados, sino que «se ve reflejado en los criterios del entrenador», lo cual había sido señalado por Yepes.

Al conversar sobre estos puntos, Luis Cruz menciona que «como todo reglamento y como toda cosa humana, tiene errores y tiene cosas por mejorar». Espera que pronto sea modificado.

Sobre los resultados de 2013 y de 2016, Cruz menciona que son muy similares y que con los jóvenes esgrimistas espera que en algunos años puedan ser superados.

Además de las diferencias personales, Yepes también ha cuestionado el actuar del ente federativo.

Según la revisión de las liquidaciones presupuestarias, la Fecoes es la federación que más dinero destinó en 2015 para el pago de entrenadores, casi ₡20 millones de los ₡35 millones que recibió en aporte ordinario. Sin embargo, desde el punto de vista de la atleta, el deporte no ha mejorado sus resultados, pues siguen siendo los mismos desde el año 2013, antes de la llegada del nuevo técnico, lo cual fue confirmado por La Nación.

Más problemas personales

Henry Núñez, presidente del Comité Olímpico Nacional, reconoce que los inconvenientes entre federaciones y atletas forman parte del deporte de alto rendimiento.

«Yo siempre dije como deportista (fue yudoca) que lo más difícil en mi carrera no fueron mis adversarios, sino más bien la dirigencia deportiva, porque no solo no ayudaban, sino que le ponían a uno muchos obstáculos», dijo Núñez.

En el caso de taekwondo, varios atletas vieron su proceso interrumpido cuando se deshizo la selección que participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Veracruz, México, en el 2014, luego de que solo obtuvieron dos medallas de bronce, resultados que no eran los esperados. De los 16 atletas que conformaron este combinado, ahora solo quedan dos.

A pesar de que los atletas alegan que su salida de la selección se debe a problemas personales, Wilmar Alvarado, presidente de la Federación Costarricense de Taekwondo, enfatiza que no todos los atletas reunían las características para continuar en el ciclo olímpico y que la decisión de su salida fue tomada por un equipo capacitado bajo criterios técnicos.

La Nación intentó contactar a Victor Hugo Alfaro, representante de las federaciones ante el Consejo Nacional del Deporte, para conocer sobre estos casos, pero en su oficina indicaron que estaba fuera del país y que no podría dar declaraciones.

Según Gabriela Scheer, encargada de rendimiento deportivo del Icoder, los problemas entre atletas y dirigentes deben resolverse a nivel interno en la federación. Solo cuando se agoten todas las posibilidades en esa instancia, el Icoder se involucra mediante el Tribunal Deportivo.

Vacíos en ley permite crecimiento dispar del deporte en Costa Rica

Como resultado de la desorganización, el deporte en Costa Rica se ha regido por criterios arbitrarios, lo que ha su vez provoca que crezca de manera dispar. Mientras existen federaciones como la de ciclismo, que está integrada por 21 asociaciones, hay otras, como balonmano o esgrima, que están compuestas dos o tres.

Además, hay deportes que están concentrados en una zona (dos o tres asociaciones de San José) y toman decisiones sobre la disciplina a nivel nacional. Ese mismo grupo es el que tiene la representación nacional.

Para evitar la concentración del deporte en una región, naciones como Colombia y Panamá conforman las federaciones por ligas departamentales. Si un sistema similar se aplicara en Costa Rica, implicaría que al menos una asociación deportiva de cada provincia integre la federación. Así, en las asambleas generales habría representación de todo el territorio nacional.

Esta medida constituiría un mecanismo de verdadera regionalización del deporte, ya que con las normas actuales no se garantiza que esté llegando a todas las zonas del país y que atletas de todo el territorio tengan la oportunidad de acceder al alto rendimiento.

También, es necesario fortalecer las ligas menores, las cuales darán los prospectos para el deporte de alto rendimiento en el mediano y largo plazo.

Para Osvaldo Pandolfo, exviceministro de Deportes, es trascendental destinar más recursos a las ligas menores y no concentrar los fondos solo en el alto rendimiento.

Pero antes, comentó, es necesario capacitar al dirigente para que, además de conocer todos los procesos administrativos, comprenda la importancia del fortalecimiento de las ligas menores, que trasciende el protagonismo que como dirigentes quieren tener.

«‘Esos resultados no los voy a ver en mi gestión’. Es lo que comúnmente mencionan, lo cual convierte la dirigencia deportiva en un puesto político», concluyó Pandolfo.

Urgencia

Cambios en la ley que rige al deporte costarricense, sumados a la reestructuración de las federaciones deportivas, son necesarios para lograr que lo invertido por el Estado dé frutos.

Una federación es un ente privado, sin fines de lucro, que tiene como fin la promoción del deporte y es supervisada por el Estado, dado el interés público que tiene la actividad deportiva. No obstante, muchas aluden a su carácter privado para dar a conocer poco sobre sus gestiones.

Aquellas que participan en el ciclo olímpico tienen el título de «federaciones de representación nacional e internacional». Estas trascienden la esfera privada y tienen atribuciones públicas; son las que rigen oficialmente a un deporte a nivel nacional y representan a Costa Rica a nivel internacional.

Muchos de los problemas que se presentan en la administración de estos entes se deben a las pautas generales y escasas que se encuentran en las leyes que rigen a estas organizaciones: la ley 7800 y la ley de asociaciones.

En la década de los ochenta existieron dos decretos ejecutivos que regulaban las características, requerimientos, atribuciones y responsabilidades de las federaciones de representación nacional e internacional, pero dichos documentos fueron derogados.

Para Adrián Echeverría, asesor legal del Icoder, el cambio fue un retroceso en la legislación.

En la actualidad, dice el experto, las federaciones deberían tener pautas mínimas que se les deberían exigir, por ejemplo condiciones de seguridad, salud para los deportistas y gestión de eventos deportivos. Como no está regulado por ley, hay federaciones que sí cumplen con los parámetros adecuados y otras que no.

Proyecto publicado en La Nación

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